Si un incencio extingue a otro y un nuevo amor mata a uno viejo ¿Qué hay de los ruidos?
Ruido dentro de mi cabeza Ruido de peleas y golpes Ruido de sollozos y dolores Ruido de confusión y voces. Ruido que emana de donde vengo, a donde iré. Sonidos que perturban mis sueños, mi completo ser.
El conjunto de ondas que pierden todo el rastro de mi cordura toda mi sensatez... que desmoronan, que hacen trizas mi ser.
Las voces ocultas como niños jugando, emitiendo ligeras melodías risas y tonos suaves como un dulce sueño hecho verdad.
Una hebra de cabello esfina y quebrable produce una sensación leve en soledad pero todos los sonidos juntos descabellan.
Pero, ¡Hay de mí, con miles de voces! ¡Con millones de sonidos volviéndose ruidos! ¡Con muchísimas confusiones y varios -internos- alaridos!
Sólo una solución queda ya deshacerme de esta cabeza es Adiós, cruel mundo demos la bienvenida al silencio.
Oh, recordé muchas cosas con un cuaderno que me encontré entre mis telarañas a lo que llamo "pertenencias". En este cuaderno (rosa con negro, negro con rosa), estaba este poema... y bueno, si los colores no te dieron la pista de que fui emo, pues te lo digo. FUI EMO
There it is!
DiMeQuEHaCeR
Dime que hacer. Dime, ¿he de responder a ésta turbia llamada? Manchando mi alma de secreciones y sangre, mis manos están tan manchadas...
Dime que hacer Dime si es más doloroso engañarse o ver la aterradora verdad.
Entre ellas y ellos y esas cosas me voy perdiendo mis ojos parecen llorar pero no humedecen las mejillas...
Dime que hacer. Por favor, necesito que tú que sólo tú me lo digas.
¡Qué bonito es ésto! ¡Ésta oscuridad! Mirar con amor el dulce acero y no saber, no saber que debo hacer con el; que rasgar, carne, tela o vientre ajeno no siento ya mi cuerpo ni mis venas...
Dime que hacer si dejarme llevar, mi deseo de unirme unirme con algún alma prófuga y etérea; un alma errante de las tierras lejanas, esas que mi alma no conoce... No conoce mi alma las bellas tierras del norte bienamado tampoco conoce mi alma descanso ni paz en éste mundo...
Dime que hacer ceder a sus ojos inquisitivos, vueltos en blanco o en blanco mi mente que queda encerrada en este cuerpo.
Fría es la hora antes del amanecer justo cuando hablo contigo ¿acaso puedes preocuparte? eres de piedra en tus palabras, y tambien de arcilla...
Dime que hacer ¿Quemar mi cuerpo? Sería muy fácil. ¿Dilatar mi agonía? Muy estúpido e irrazonable.
Yo te conozco, el problema es que tú no me conoces...
Dime que hacer, si acabar con el mundo o con mi punto en este mapa. Dime que hacer, si desnutrir mi podredumbre o alzarla en gloria.
No lo entiendo. Sencillamente eso. No lo entiendo nada.
¿Cómo a dos personas, de carácteres muy opuestos, en el mismo y bobo paradero? Sólo creándose muros invisibles, muros fuertes, muros irrompibles, muros de corazón y alma; formados de ira, orgullo y presunción.
Viendo con desdén el espacio entre tú y yo... Siempre sintiéndose el frío aire de la ausencia... Anhelando una reconciliación, no haciendo nada... Forcejeando y peleando con hierros duros, sin cura... Observando las debilidades del otro, queriendolo matar... Tristemente así es nuestra relación, no siempre pero a veces.