lunes, 14 de diciembre de 2009

115. Los Problemas de mi Rancho.

Está basado en una historia real... y duele.

LOs PrOblEmAs DE MI RAnchO

Esto que estoy a punto de contarles, desconocidos, desconocidas, conocidos, conocidas, amigos y amigas mías, se trata de un hecho que viví como fiel testigo de la señora Chela, mi comadre de toda la vida, que destrozada está ahora por el... estado de su hijo mayor, Javier.

En algún momento de esta historia se entrelaza la culpa mía, al no escuchar a mi hija, Hortencia, y sus alucinaciones, que la mayoría de las veces, suelen ser verídicos.
Pero deben entenderme como madre: ella ya había mencionado lo guapo y fuerte que le parecía Javier, así que relacioné íntimamente su adivinación con los celos de una pequeña joven.

Introduciéndolos al tema, debo decirles cómo eran todos los personajes de este hecho, porque no lo sabrían después.
Javier, un hombre altísimo, de casi dos metros de altura, una espalda pródiga y poseedor de unos brazos del grosor de una pierna, era el dueño del rancho "Cervantes", ya que su padre había fallecido, y su madre, mi comadre, al ser mujer, no podía hacerse cargo de un puesto tan importante.
Cabe mencionar mi desacuerdo total con esta política machista, pero es lo que se vive en los sitios de esta índole.

Así pues, procedo a contarles lo que sucedió.

Javier se casó con una mujer de nombre Isabella que es muy guapa, en realidad. Tiene un cabello largo y negro, hasta la cintura, y un par de ojos café oscuro como el lodo del rancho, un cuerpo muy definido, delgado...
Al principio todos celebrábamos con ellos, hasta que mi hija que hablé anteriormente, Hortencia, me advirtió de la naturaleza de esa joven hermosa, diciéndome: "Mami, esa mujer es mala"
¡Oh, palabras de profeta no oídas, no entendidas!
¡Oh, palabras de profeta verídicas y dolorosas!

La fiesta estuvo increíble en aquél entorno, y después de la bendición de parte de Chela, la feliz pareja se marchó.

Mi comadre tuvo que abandonar el rancho, porque ya no era de su propiedad y había que darle todo el espacio a su hijo y a su pareja, y vivió conmigo un par de meses. Después consiguió un departamento y nuestra comunicación era mayoritariamente por teléfono.
En una llamada de esas, me comentó que no había visto/hablado/estado con Javier hacia 3 meses, entonces le aconsejé que llamara a su tierra.

- Sí, bueno, disculpa, Isabella, ¿no estará por ahí tu marido?- dijo Chela.
- No, señora. Ahora mismo no está- respondió con una dulzura increíble.
- De acuerdo, Isa, pues no llamo en vano. Dime, ¿cómo están, qué tal todo?
- Todo está marchando divinamente, he de presumir. El rancho está haciendo mucho dinero con todos sus animales. ¿Recuerda usted su única vieja vaca Petsy? Pues ella es nuestra productora de queso estrella. Las gallinas que compramos están poniendo huevos seguido, y las ovejas que vagaban por los alrededores sin dueño, las comenzamos a criar y su lana es exquisita. La agricultura no se queda atrás, pues estamos cosechando de toda la fruta y verdura habida y por haber.
- Entonces han hecho del rancho una quinta...
- Precisamente, señora, y funciona muy bien y nos ha dado los recursos necesarios para dar una remodelada.
- Pues haber cuándo me paso para visitarlos y conocer todo eso que me dices.
- Este es su rancho también, siéntase bienvenida
- Gracias, Isa. ¿Le podrías decir a Javier, apenas llegue, que lo llamé?
- Claro que sí. Hasta luego.
- Adiós.

Pasó un mes, y mi comadre, agobiada, decíame tontería y media. Que su hijo no la quería, que no le llamaba porque era una vieja fastidiosa, que lo había perdido, que... bla, bla, bla, bla, bla.

Llamó de nuevo, y contestó Isabella. La conversación fue muy similar, con la diferencia que Javier era víctima de una calentura impresionante, así que no podía atender.
Así pasaron 3 meses más, con las llamadas insistentes de Chela, y las esquivas de Isabella, hasta que me harté de tener el hombro mojado, y personalmente la acompañé al rancho "Cervantes".

Toqué la puerta y al instante me abrió Isabella, aunque sólo mostraba su cara por la abertura, y unos metros más. En efecto, el rancho estaba remodelado. Tenía cercas por doquier que encarcelaban caballos, ovejas, vacas, gallinas y gallos. También cultivos varios que aún no podían apreciarse, mas tenían un letrero que especificaba el grano, fruta o verdura que crecía en el suelo.

-Buenas tardes, señoras, ¿en qué puedo servirles?- dijo con una sonrisa que me pareció falsa.
-Buenas, venimos a...- dijo apenas Chela, dirigiéndome una mirada de duda que me empujó a ser un tanto grosera.
-Venimos a ver a Javier.
-Él está muy enfermo, está encamado, y justo ahorita ha conciliado el sueño. Apenas despierte yo le digo que vinieron a visitarlo.
-Bueno- contestamos a dúo mi comadre y yo.

Y así dimos media vuelta, sin despedirnos siquiera, yo destilando ira e impotencia, y Chela angustia. Mojó mi hombro nuevamente de camino a la tienda común del pueblo, en dónde dos señoras charlaban de todo lo que sucedía en el pueblo.

-¡Lo ha estado envenenando desde que se casaron!- díjole una a la otra, con terror y asombro.
-¿No me digas, comadrita, qué hace 7 meses lo envenena?- expresó la segunda.
-Sí, resulta que la muchacha que trabaja para el Cervantes trabaja también para mi casita, y me dice cada práctica enferma que hay en ese rancho... asegura que lo está matando para quedárselo, ya que tienen los bienes mancomunados, y no habría ningún problema.
Chela quedó con la boca abierta, queriendo no escuchar, y me acerqué a ellas.
-Señoras, buenas tardes. Soy nueva en el pueblo y me voy a presentar. Mi nombre es María de Jesús, y esta es mi comadre Chela, que seguro han de conocer.
-Mucho gusto, señora. Mi nombre es Julieta, y en efecto conozco a Chela, pues he vivido aquí toda mi vida- dijo la primera. La segunda intercambió una mirada de terror con Julieta.
-Buenas, me llamo Esther... y, ¿es usted la señora Chela Cervantes?
-Sí, soy yo.- afirmó. Acto seguido un silencio sepulcral inundó la tienda seguido de miradas de dolor, terror e ira.
-De él es de quién hablábamos...- musitó al fin Esther.

1 sentimientos:

For Requin´s life dijo...

Me llego una idea a la mente no se si esteen lo correcto pero si lo estoy =O !!!!!!!