martes, 13 de abril de 2010

140. Café

No sé. Últimamente he estado leyendo mucho -a falta de escuela, he terminado los libros que debía terminar desde el mes antepasado- y eso te inspira demasiado, como compartía hace unas noches con Regina.
Esta historia, mientras la formaba, parte de mí la censuraba, y aunque originalmente tiene seis páginas, la resumí a una. Muchas cosas no tenían coherencia ni sentido dentro de la obra, y muchas otras eran detalles insignificantes que resultaban sobrantes.
Se la quiero dedicar a Pepe:
Tu nombre no sólo me sirvió para uno de los personajes.


Café

-Desabróchale la blusa- inquirió Pablo Montenegro, mejor conocido como Plutón, ya que tenía un tamaño compacto, pero era duro tanto física como mentalmente, a José Vázquez, conocido como Pez por su torpeza característica en otros medios ajenos al suyo: los barrios pobres. Diego Pruneda, o mejor expresado con el color Azul, sólo observaba la escena con detenimiento, como esperando una orden particular que prontamente llegó de su minúsculo jefe -las sogas. Pásame las sogas por si se despierta- apenas siseando le dijo.

No entiendo porque nadie me escuchó gritar. No tenía algo reflejante cerca para ver si mi boca había sido cocida, o si mi lengua había sido cortada. Sentía muy bien el escozor en la garganta, muy seca, de las vibraciones de mis cuerdas, a una frecuencia alta. Más que gritos, los sonidos que según hacía, pareciánse más a llantos de niños y niñas hambrientos; sonidos gututales y enfermizos.
¿Dónde estaba?
Siempre he sido poseedora de una memoria increíble, pero hoy, hoy, en esta noche, parecía que fallaba.
¿Qué hora era?
Parecía estar oscuro ya. Quizá tan oscuro como para que fueran las nueve de la noche.

¿Cómo llegué aquí?
Intenté recordar cada paso que di... por lo menos las últimas dos ó tres horas... Mi trabajo terminó a las seis y decidí visitar a una vieja amiga, la cual tiene una pequeña niña, de siete años. Sí... pasé y le pedí a Carolina un café negro, sin azúcar, como me gusta. Desde ese momento no recuerdo nada.

-¡Qué ironía que esta perra sea virgen! ¡Mira cómo chorrea sangre!- alcancé a entender a Pez- ¡Tal parece que su sangre es tan inmunda que ni a ella misma le hubiera gustado tocarla! ¡Tal parece que sólo le gustaba la sangre pura de nuestras hijas!- dijo, y esta última afirmación con coraje, a lo que los otros dos asintieron, acercándose a mi cuerpo mutilado.



7 sentimientos:

dianastrocyte dijo...

Era necesario quitar la entrada pasada de la primera vista...
Espero y comprendan.
Un mejor amigo no se consigue a diario... y perderlo... pues... duele. Mucho.

No comenten acerca de este comentario, háganlo del texto.
Gracias.

Patricia Ibarra dijo...

Porque tanta tragedia?
Porque no estaba?
Uyy ahora si me quede con muchas dudas.. Sorry a mis 80 años ya no cavilo bien.

Un beso grande!!

Patricia Ibarra dijo...

Por cierto porque pones el primer comentario??
Yo queria ser la primera snif, snif.

Bueno de todos modos te quiero un shing.....o!!!

Rubi dijo...

weee... me gusto mucho
ya ves clase de info... y si leo pero no comento xD
el final... hermoso

Soiral dijo...

As always Im not the first one to read... so sad.

Anyway... fue extraiio ver mi nombre por ahi... pero eso me hizo sentir bien. Gracias pequeiia.

Me creeras que me gusto mucho... y me dejaste con intrigas intrigadoras... asi que luego platicaremos.

Me agrada la imagen. Y fue tan extraiio leer tu escrito con la cancion (una de Amelie la de Si Tu N'Etais Pas La)

Bueno y como siempre quize sacarle mil y un significados pero me costo mucho mucho trabajo.

Sigue Escribiendo Pequeiia

For Requin´s life dijo...

Por qué tanta tragedia?

Bueno en si me gustao la lectura (claro yo, reir del sufrimiento ajeno) pero siempre pones cosas tragicas creelo o no me hizo acordarme de armando hahahahahahahahahahah

no puedo ponerte un mejor comentario por que mi mente divaga mucho en este momento
adios n.n

For Requin´s life dijo...

Heyyy yo habia comentado aqui ¬¬