II.PasadoResfriado
Fue un día cualquiera -mas no viernes- en el que descubrí dos clases totalmente diferentes de seres humanos masculinos:
La primera categoría abarca a casi todo el mundo. A toda la especie, mayoritariamente. Tienen en alma negra, por tantas mentiras que dicen, con toques azules, por las que se creen.
Vagan por ahí con los ojos tristones y una gran nariz, con labios voluminosos y cabellos enmarañados color azabache. Sus cuerpos son delgados, como de serpientes traidoras, y sus brazos parecen tentáculos perfumados, con posiones y feromonas. Como armas letales, las manos de estos entes se distinguen por tener un gran tamaño, al igual que sus pies; audaces a pieles ajenas, perfectos para descubrir puntos débiles. Lo más particular de estos quizá sea su lengua: afilada y larga, hábil... y responsable de cada uno de los mapamundis trazados en las espaldas de las féminas engañadas.
Hacen travesuras cual niños y las simplicidades son su delirio, casi tanto como la espontaneidad.
Una vez que ya estés en sus garras, no podrás salir, no lo olvidarás jamás. Se caracterizan por ser habladores y prometedores, cautivan miles de corazones por su personalidad tan sensata y caballerosa. Sus sentimientos casi siempre chocan contra la lógica y, aunque sean impulsivos, no dejarían sus cadenas por alguien que los haya conquistado.
Su punto débil... es su enamorada. Empatía no es. Empíricamente lo confirmo.
Duré enamorada de uno de estos seres desde que nací y lo encontré a los catorce años de edad. Viví una etapa mágica, él hacía todo lo posible para que mi imaginación volara y mis emociones afloraran, sin ningún vestigio de infelicidad. Mi amor por él... inició, creció y decreció.
Tengo que admitirlo, aún no me olvido de él. Sigue siendo una parte esencial de mi vida, la parte en la que soy feliz y yo misma... pero conocí a alguien de la segunda clase y me está ayudando a ser más feliz y no ser dependiente a alguien más bien azulado.
De él trata lo siguiente, y ojalá lo futuro.
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