jueves, 10 de junio de 2010

146. El Atrapasueños Pt. 2

II.PasadoResfriado

Fue un día cualquiera -mas no vie
rnes- en el que descubrí dos clases totalmente diferentes de seres humanos masculinos:
La p
rimera categoría abarca a casi todo el mundo. A toda la especie, mayoritariamente. Tienen en alma negra, por tantas mentiras que dicen, con toques azules, por las que se creen.
Vagan po
r ahí con los ojos tristones y una gran nariz, con labios voluminosos y cabellos enmarañados color azabache. Sus cuerpos son delgados, como de serpientes traidoras, y sus brazos parecen tentáculos perfumados, con posiones y feromonas. Como armas letales, las manos de estos entes se distinguen por tener un gran tamaño, al igual que sus pies; audaces a pieles ajenas, perfectos para descubrir puntos débiles. Lo más particular de estos quizá sea su lengua: afilada y larga, hábil... y responsable de cada uno de los mapamundis trazados en las espaldas de las féminas engañadas.
Hacen t
ravesuras cual niños y las simplicidades son su delirio, casi tanto como la espontaneidad.
Una vez que ya estés en sus garras, no pod
rás salir, no lo olvidarás jamás. Se caracterizan por ser habladores y prometedores, cautivan miles de corazones por su personalidad tan sensata y caballerosa. Sus sentimientos casi siempre chocan contra la lógica y, aunque sean impulsivos, no dejarían sus cadenas por alguien que los haya conquistado.
Su punto débil... es su enamo
rada. Empatía no es. Empíricamente lo confirmo.

Du
ré enamorada de uno de estos seres desde que nací y lo encontré a los catorce años de edad. Viví una etapa mágica, él hacía todo lo posible para que mi imaginación volara y mis emociones afloraran, sin ningún vestigio de infelicidad. Mi amor por él... inició, creció y decreció.
Tengo que admiti
rlo, aún no me olvido de él. Sigue siendo una parte esencial de mi vida, la parte en la que soy feliz y yo misma... pero conocí a alguien de la segunda clase y me está ayudando a ser más feliz y no ser dependiente a alguien más bien azulado.

De él t
rata lo siguiente, y ojalá lo futuro.

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