sábado, 28 de noviembre de 2009

113. Guantes para los Pies.

Un litro de rompope, varias noches soñando lo mismo, cortadas que incomodan al caminar... ¿qué se puede esperar?
La música para esta entrada... bueno, siempre es opcional. Las dos canciones le dan un aire diferente a la historia. Yo recomendaría que la leyeran primero con una, y después con la otra. También es para darle una congruencia inexistente a la entrada.








Silencio.
Deténganse a observar a esa pequeña niña de rizos, a la que tiene las vestiduras rasgadas. Sí, la que tiene el vestidito blanco algo perdujido y los pies sucios y maltratados.
¡Dije silencio!
No la vallan a asustar.
Siendo tan pequeña, y ustedes con la curiosidad morbosa que se despeja en sus ojos, el miedo puédele hacerse presente.

¡No toquen los cristales!
¿No creen qué, si pido silencio, es porque algo grave ya ha pasado antes?


La historia de este ser puede ser fantasiosa, pero no por eso deja de ser una realidad.
Sólo me la han contado un par de veces, así que no sé en cuánto me equivoque, aunque tengo una memoria pródiga, si puedo presumirles.

Concebida por Amanilla Gray y Morado Gray, 23'587,203 segundos atrás, gracias a un momento pasado de copas, y de un ambiente con luces estroboscópicas irónicamente blancas.


Todo comenzó el 31 de Junio del año 2002, el día que Marcela Ggrraayy vino al mundo, a las 13:64 hrs. Con un tamaño y peso regular, dejáronla partir a casa con su madre, ya que el señor Morado no se encontraba en la ciudad.

En una casa fuera de lujos pasó su niñez Marcela.
Apenas tuvo unos cuantos amigos, que la abandonaron conforme fue mutando en lo que podrán observar ahora, casi por completo.

A los 4 años esta niña parecía ser toda una genio. Ya sabía expresar por completo su opinión y debatir, generalmente venciendo a su oponente. Leer le apasionaba y dibujar más. Dibujaba de todo, como pueden observar al fondo: algunos perros, algunos gatos, un elefante y un jarrón de frutas. Lo primero que aprendió a escribir fue "Leonor ", nombre que adquirió a los 6 años, cuando sus padres murieron en un desastre de luz.
¿Qué dije de los cristales? ¡Qué se alejaran de ellos!¿O no?

¿En qué estaba...? Ah, sí...
Al momento de defunción de sus progenitores, Leonor Ggrraayy se encogió 10 centímetros, llegando apenas al metro de altura.
Vagó con los pies descalzos, en medio de todas las estaciones del año, por todas las superficies conocidas y desconocidas por el hombre, sufriendo humillaciones, violaciones, golpes, palabrerías... incrementando cada vez más su odio a la humanidad y encogiéndose cada día un poco... hasta que llegó aquí, el circo, con los ojos sangrando y el pelo enmohecido. Aquí la cuidamos, le dimos un hogar, la convertimos todos nosotros en la hermana pequeña de toda la familia, incluso en los inicios empezó a ganar dinero por su pequeña estatura y era amable con los niños, y les recomendaba comer frutas, y verduras, porque si no quedarían igual de pequeña que ella, y eso ensombrecía el semblante de los pequeños... y los mantenía saludables.

¿Y qué pasó, preguntarán? ¿Por qué ahora está encerrada, por cristales pesados y gruesos, y por qué no dejamos que la toquen?

Sencillo... hoy es 21.

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