lunes, 22 de marzo de 2010

134. Un momento de Mareo.

Un Momento de Mareo

Le acariciaba su tenue rostro mientras sus pálidos cabellos se entrometían víctimas de los celos por esas suaves manos, un tanto grandes en proporcionalidad, pero no por eso menos bellas. Habían sido marido y mujer durante 56 años, y bien se sabía que era imprescindible que los dos estuvieran juntos. Realmente ellos me enseñaron el significado del amor.
Estaba encamada, y de su corazón salía un líquido transparente "lleno de químicos malos" como aseguró el doctor a mi hermanito de aquel entonces 4 años, cuando le preguntó sobre el cable gordo que comenzaba a anidar en el músculo casi pútrido y muy añejo.
-Mami- dije con la voz cortada por las lágrimas- ¿cuándo va a ir la abuela a su casa?
-No lo sé, pequeñita, pero lo más importante ahora no es dónde esté, si no que siga despierta.
-¿Por qué no debe dormir?- preguntó mi hermano.
-Porque a veces a ella se le olvida desper...- y rompió en llanto.

-A veces desearía que tu hermano dejara de preguntar- dijo mi mamá, como mirando al vacío, perdida en aquél medio vacío, siempre.
-Mami, mami, yo sé que algún día dejará de hacerlo... como sé que mi abuela dejará de respirar.
Se volvió, fúrica. Le temblaban los dientes y las manos parecían dirigirse a mis mejillas y a mi cuello. Pronto el semblante le cambió al ver la inocencia -¡vaya crédula!- de mis ojos, además de la seguridad. Lloró toda la noche y mi rostro fue la esponja que terminó cubierta de sal amarga, sal con sabor a nicotina y alcohol.

2 sentimientos:

Patricia Ibarra dijo...

Cuando alguien se enferma muchas veces pensamos en lo mal que se ven sin saber lo mal que la estan pasando... Y nos aferramos tanto a que sigan en la vida, que prolongamos muchas de las veces su sufrimiento con su enfermedad....... Bueno ese es mi punto de vista por lo que me ha tocado ver o tal vez sentir.

Te quiero presiosa!

Soiral dijo...

Vaya... me gusto.. bastante como lo expresaste, con una facilidad o mejor dicho una fluidez para los dialogos...
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