miércoles, 24 de marzo de 2010

135. Todavía Más Abajo.

Todavía Más Abajo

De una manera, un tanto despectiva,
llamábale amor, a ese ser que se empeñaba
en parecerse a alguien desinteresado por la vida;
de aquellos hombres que viajan por todos los puertos,
de los que tienen aventuras;
sonrisas frescas y ojos lujuriosos por la noche,
y un par -sólo un par- de voces que hablaban murmurando.

Pueden catalogarse -también-
los hombres que van colocando y cambiando,
con mucho cuidado y cariño, cada pluma al par de alas que regalan;
plumas blancas y secas,
llenas de comprensión, de amor, de belleza y verosímiles;
plumas que se van mojando de líquido pasional,
que derrama la flor con su semilla, y de lágrimas dulces,
al recibir todos esos abrazos y besos tiernos;
plumas pegadas con miel y saliva...
plumas tan susceptibles a que,
en grandes alturas -gemidos, placer y total entrega-
fragméntense en mil pedazos irrecuperables.

2 sentimientos:

Patricia Ibarra dijo...

Porque le llamaba "amor"?
Será acaso por que tambien a ella le colocó o le cambió una pluma de cariño, de pasión.... Y ella solamente deseaba corresponder o agradecer por el cambió que en ella creó... o realmente se enamoró de ese ser sin haber recibido nada.

Besos Laura!

Tkm!!

Soiral dijo...

linda imagen.... triste escrito sin hacerlo triste ... solo como sin ganas... no se como explicar ... blah!

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